Oficialmente los 50 estados de la Unión Americana han comenzado a dar pasos hacia la reapertura, sin embargo, el brote de coronavirus sigue latente en el país, y aunque millones de estadounidenses han tenido la oportunidad de quedarse en casa para contrarrestar el número de contagios, la situación no ha sido la misma con los latinos.
Y es que, es justo este sector de la población el que ha resultado más afectado ante la crisis sanitaria, pues la mayoría de los trabajos esenciales, los cuales no pudieron suspender labores pese al brote, se encuentran conformados por latinos; y gracias al labor de éstos Estados Unidos continúa de pie.
Pues, más del 50% de los empleados considerados esenciales son latinos, muchas veces pertenecientes al sector de la agricultura, la construcción, la industria alimentaria, la limpieza y más; es por ello que esta comunidad ha sido la más afectada, pues trabajan en lugares que no sólo son mal pagados, sino, que se les exige abandonar sus hogares día tras día para seguir con una labor cuya interacción los pone en riesgo.
Asimismo, otro gran factor para que la comunidad latina resulte ser la más afectada es el seguro médico, pues hay que recalcar que muchos son inmigrantes indocumentados, por lo que, con la nueva Ley de Carga Pública, éstos temen asistir al médico, ya que, como lo mencionó Donald Trump, todo aquel que represente una “carga” para el país, en cuanto a gastos, no tendrá el derecho de gozar de los beneficios migratorios, tales como solicitar la residencia o la naturalización.
Sin embargo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) ha dado a conocer que, mientras dure la pandemia en el país de las barras y las estrellas, las pruebas, así como el tratamiento por coronavirus no serán considerados como un factor negativo dentro de la Ley de Carga Pública.
Aunque claro, otra gran barrera es la comunicación y el idioma, dando como resultado que muchos latinos se encuentren desinformados, añadiendo así una causa más al por qué son la comunidad más afectada en esta pandemia.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), aseguró que para garantizar el bienestar y la seguridad del público en general, así como de sus oficiales y agentes, a la luz de la respuesta pandémica en curso del COVID-19, temporalmente enfocará sus esfuerzos solamente actividades que salven vidas y precautelen la seguridad pública.
La Oficina de Operaciones de Cumplimiento de la Ley y Deportaciones (ERO) de ICE se enfocará en indocumentados que representen un peligro para la seguridad pública y personas sujetas a detención obligatoria por motivos penales.
Para aquellas personas que no entran en esas categorías, ERO ejercerá la discreción para retrasar las acciones de arresto y deportación hasta después de la crisis o utilizar alternativas a la detención, según corresponda.
Las agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional continuará llevando a cabo sus tareas de investigaciones criminales y operaciones de arrestos según se determine necesario para mantener la seguridad pública y la seguridad nacional.
Algunos ejemplos de las acciones que se seguirán llevando a cabo incluyen: investigaciones sobre explotación infantil, pandillas, narcotráfico, trata de personas, tráfico de personas y participación continua en la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo.
Este trabajo se llevará a cabo en función de la capacidad de coordinar y trabajar con fiscales del Departamento de Justicia, junto con otras agencias federales y locales.
De acuerdo con su política de ubicaciones sensibles, durante la crisis de COVID-19, ICE no llevará a cabo operaciones de arresto de inmigrantes en o cerca de las instalaciones de atención médica, como hospitales, consultorios médicos, clínicas de salud acreditadas e instalaciones de atención de emergencia o urgencia, excepto en la más extraordinaria de las circunstancias. Las personas no deben evitar buscar atención médica porque temen la aplicación de la ley de inmigración civil
, dijo la agencia en un comunicado oficial.