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Derechos migratorios para matrimonios LGBT

En Estados Unidos los matrimonios gays, conformados por dos hombres o dos mujeres, tienen los mismos derechos migratorios que los conformados por un varón y una mujer.
Lo fundamental en este tipo de matrimonios es que sean válidos según las leyes del lugar en el que se celebran, que no tiene que corresponder con las del lugar donde habitualmente residen los cónyuges o uno de ellos.

A pesar de esta igualdad de derechos entre los matrimonios gays y los heterosexuales, en ocasiones se producen conflictos o demoras porque se trata de un derecho relativamente reciente.

Antecedentes y situación actual sobre derechos migratorios para matrimonios gays

El 26 de junio de 2013, la Corte Suprema de los Estados Unidos sentenció que era inconstitucional la Sección 3 de la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), que limitaba a efectos de reconocimiento federal el matrimonio al formado por un hombre y una mujer.
Hasta esta decisión de la Corte Suprema, DOMA prohibía que el gobierno federal reconociese como válidos los matrimonios conformados por personas del mismo sexo.

Ahora que la Sección 3 de DOMA ya no es válida, desde el punto de vista de las leyes de inmigración, los ciudadanos de los Estados Unidos y los residentes permanentes casados con personas de su mismo sexo reciben el mismo tratamiento que los matrimonios conformados por un hombre y una mujer.

Pregunta: ¿Tenemos que vivir en un estado que reconoce legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo para solicitar un permiso de residencia de residencia?

Respuesta: No. Desde el punto de vista de inmigración, el matrimonio se reconoce siempre y cuando que sea válido en la jurisdicción en la que se celebró.
Si te has casado en un estado o en un país que reconoce legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo, tu matrimonio es reconocido a efectos de inmigración en los Estados Unidos. Los matrimonios pueden legalmente residir en cualquier estado de la Unión Americana.

¿Es suficiente tener una relación legalmente reconocida pero que no es matrimonio, como por ejemplo una unión civil o una pareja de hecho?

No en estos momentos. Si es posible, deben casarse en una jurisdicción que permite el matrimonio entre parejas del mismo sexo brinda mayor seguridad y es un camino menos problemático para solicitar la tarjeta de residencia, incluso en los casos en los que ya se está viviendo en una situación de unión civil o pareja de hecho.

¿Qué pasa si mi pareja se encuentra fuera de los Estados Unidos y no podemos casarnos en su país de origen?

Las leyes de inmigración de los Estados Unidos permiten la solicitud de una visa de prometido para parejas cuya intención es contraer matrimonio. Una vez que la visa es concedida, la persona extranjera puede entrar legalmente en Estados Unidos y la pareja debe contraer matrimonio en los 90 días siguientes en un estado que legalmente permite este tipo de matrimonio (esta visa solo aplica a ciudadanos, no a residentes).
Asimismo, estas parejas pueden viajar a otro país donde el matrimonio entre personas del mismo sexo está legalmente reconocido y luego seguir el procedimiento consular que siguen las parejas casadas heterosexuales en el país de origen del cónyuge extranjero.

Consejos migratorios en caso de green card por matrimonio

Tanto los ciudadanos americanos como los residentes permanentes legales pueden solicitar la green card para su cónyuge por razón de matrimonio. Aunque básicamente los requisitos son los mismos en ambas situaciones es conveniente destacar importantes diferencias.
En primer lugar, el tiempo de tramitación, ya que es más rápido en el caso de las peticiones presentadas por ciudadanos. Los residentes deben esperar por cupo, según datos actualizados mensualmente en el boletín de visas.
En segundo lugar, es muy recomendable prestar atención en los casos en los que el cónyuge pedido esté en Estados Unidos en situación de indocumentado.

La razón es que en el caso de petición de residentes no pueden ajustar su estatus y en el caso de solicitud de ciudadanos sólo cuando la persona pedida entró legalmente a los Estados Unidos (con la excepción de los casados con militares en aplicación del programa Parole in Place).

La consecuencia de ello es que si no es posible ajustar el estatus se tendrá que finalizar el proceso fuera de los Estados Unidos, lo cual hará saltar el castigo de los 3 y de los 10 años.

Y en tercer lugar, en algunos casos las tarjetas de residencia que se obtienen por razón de matrimonio con ciudadano pueden ser, inicialmente, temporales por sólo dos años. En este caso es obligatorio levantar la condicionalidad para convertir esa residencia temporal en permanente.

Asimismo, es importante señalar que el solicitante de la green card para su cónyuge puede en cualquier momento poner fin a los trámites. Sin embargo, esto no puede utilizarse como una amenaza hacia el cónyuge extranjero. Y es que en casos de abuso podría tener derecho a obtener por sí mismo la green card en base al programa VAWA.

Finalmente, al igual que ocurre con los matrimonios heterosexuales, los matrimonios de conveniencia con el fin de obtener la green card están penados por la ley.

Este es un artículo informativo. No es asesoría legal

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